Después de ser encerrado por un matón de la calle y llevado a un escondite, este joven semental es atravesado por el timbre, a punta de a para darle una mamada a su captor y besarlo antes de arrojarlo sobre la mesa para una follada profunda. Sin embargo, la parte superior áspera no es del todo mala, dando a su presa una mamada antes de marcar su rostro con su pegajoso esperma.